Es solo que a veces cuesta ser feliz.
Te levantas por la mañana y no es por un gran deseo de empezar el día, es porque tu alarma suena y sabes que debes cumplir con la universidad, lo haces porque te está interesando el curso o porque, por el momento, simplemente algo tienes que hacer y "ser" en tu vida. Al salir de casa te mentalizas con que este día será especial porque no quieres que el sueño te arruine más de 12 horas de ese día, todo transcurre de manera especial y todo te empieza a salir bien, sientes que ya, que ya pasaste lo necesario para sonreir por el resto de tu año y disfrutas de saludar a tus amigos y a esa persona especial.
Durante el día te sorprendes de lo bien que te va y te sientes bien, recibes las sporpresas del día a día y todo bien hasta que entonces sales, sales de ese círculo por un momento, ni te das cuenta de lo que viste pero simplemente ya no quieres saber nada de nadie y prefieres hablarle a personas que no conoces porque así ellas no verán nada en ti. Todo empieza a ponerse mal, quieres escapar, ya no aguantas más, quieres gritar, quieres llorar, te mueres por un abrazo y no lo puedes pedir, tu día empieza a volverse una simple lágrima que no entiendes por qué está saliendo y la contienes y reprimes ese sentimiento hasta que comienzas a despejar tu mente, comienzas a confesarte lo que sientes y lo que quieres, y piensas en esa persona especial que saludaste en la mañana porque tal vez lo único que necesitabas era decirle a esa persona especial que te sientes horriblemente mal y no lo lograste y ahora te sientes sola porque no eres capaz de expresar tu sentir, tal vez por pena, tal vez por verguenza o tal vez porque en tus recuerdos está que creciste jugando con muñecas y con tu amiga imaginaria. Puede ser incluso por orgullo, orgullo hacia todos, porque no vas a permitir que alguien te tenga lástima, lo odias.
A veces, de esas veces que no son de un momento equivalente a un corto lapso de tiempo, no comprendes lo que pasa a tu alrededor, a veces no logras ver lo esencial para sonreir, aveces sientes que nadie nunca te va a comprender pero para todo eso hay una solución... El problema es que no sé cual es.
Y si se asustan, y si te juzgan, y si te critican, solo diles.
Es solo que a veces cuesta ser feliz.
Comencé este blog hace 13 años, cuando yo tenía 15. Tenía demasiados sentimientos, muchas ideas que se contradecían y chocaban y todo eso estaba en constante riña y conflicto. Era tanto que me daba miedo, porque además no entendía, mi sentir. Por eso, me retaba a expresar lo que sentía de manera que solo yo lo pudiera entender, como si fuera ilegal expresarse.
viernes, 6 de febrero de 2015
Alarma
viernes, 5 de diciembre de 2014
Si
sábado, 8 de noviembre de 2014
Intentando ponerle nombre a algo nuevo parte I
No quiero que la vida me señale y califique, no quiero fingir una vez más que voy en contracorriente, suficiente tengo con los nudos en la mente como para apreciar la turbulencia que me creo.
No es por el tiempo ni por lo establecido, no es que me guarde cada cosa para luego materializarla, no, no es nada de eso, es que simplemente por primera vez siento cada paso como un alivio, como si la energía que se genera para dar ese paso se regrese por el impacto del mismo en la tierra.
Me bastó simple y sencillamente una vida que continua para aprender a estar en paz, pero nunca me imaginé que iba a ser todo tan pacífico como lo es.
sábado, 11 de octubre de 2014
¡Maldito mal de mierda!
Aveces ese aire pesado y opaco que se vive en mi casa cae sobre mi, me atormenta, me atosiga. ¿Quién soy yo para sentir este pésame?.
Cuando ese aire cae sobre mi mí mente comienza a cansarse, y como si fuera por efecto de la gravedad comienza a bajar por todo mi cuerpo, pero es en mi mente donde se queda.
¡Maldito encierro!
No lo vivo de mente, no lo vivo de libertad y sin embargo busco justificación, busco eso, esa maldita mierda. Esa misma maldita mierda me hace sentir el ambiente de mi casa tan pesado, y quiero explotar, y quiero que se salga ya.
¡No aguanto más!
Este maldito fantasma que se alimenta de mi energía, de mis recuerdos de mi vitalidad.
Pero hay algo que me relaja, ver como comienzan a aparecer las letras en mi pantalla mientras voy explotando de a poco. Explotar como la explosión de besos causada por la felicidad de conocerlo un poco es malo, malo para momentos así, sería un suicido o nuevas marcas en mi.
¿Por qué putas no puedo, por qué esto tiene que se tan tortuoso, por qué?
Si existiera un dios se le rezaría todas las noches por un fin a esto. En vez de eso le recé a la ciencia y me tomaba cada noche mi pastilla de la felicidad.
Todo va bien y sin embargo no puedo.
domingo, 3 de agosto de 2014
Mi poncho:
Con el tiempo ese espacio que era "solo mio" se estaba volviendo mis pensamientos, dibujos amorfos, ojos por doquier, un orden horrible, en fin era mis pensamientos, pero algo había cambiado. Isabel entraba a su cuarto y algo no estaba bien, escapaba entonces, y era diario el que Isabel detestara ese espacio. Un día se dió cuenta que todo estaba tal y como ella quería, su escritorio donde su escritorio debía estar, su cama donde ella más le gustaba dormir, su armario oculto porque es algo de segundo plano, su cuarto era su cuarto, entonces ella decidió decorarlo con plantas, el verde le sentaba bien a tanto blanco pero... Algo volvia a cambiar. Isa estaba cansada, agotada, pensando solo en dormir y durmio pero en la madrugada algo pasó. Por la ventana entró una corriente de aire fria como comentario ácido de alguien sin expresión e Isa con temor se levanto, su cuerpo tapado por dos sábanas ya no era más que cubos de hielo. Asustada Isabel salió corriendo al lugar donde estaban los ponchos, tomó el primero que vio y lo acomodó amigablemente en su cama, se sonrió con satisfacción y se volvió a dormir, eso si, durmió como si nunca en su vida había provado la delicia de dormir.
Ahora Isabel cada vez que entra a su cuarto, cansada, feliz, triste y/o enojada vé su ponchito y todo vuelve a la normalidad, su cuarto de nuevo es su cuarto, sus emociones de nuevo se vuelven sus emociones, su cama es su cama y su poncho, por extraño que parezca, la saluda con un abrazo imaginario de paz.
Pero que shuca es Isabel, nunca cambia su poncho... Mentira, cada semana lo lava y por dos días vuelve a pasar el helado relato.
miércoles, 18 de junio de 2014
Madre
Si me gustara la música lo suficiente como para tener la habilidad de escribir una canción, te escribiría la canción más bella y tierna, pero en cambio de una hermosa canción solo tengo para ofreserte los mejores abrazos que vas a recivir, las sonrisas que más te van a alegrar y el amor que solo una madre podría dar.
No estas conmigo, incluso tu aún no existes ni sé de donde vendras, pero es tanto el deseo de tenerte que te he empezado a querer.
Estoy mal lo sé, pero tengo tanto amor para dar y tengo miedo de entregarlo y solo a ti te lo podría dar.
Siempre seré aquella madre que quiero tener. Soy mi ilución, soy quien quiero ser para mi. Soy fuerte cuando recuerdo que a quien nunca perderé será a mi.
lunes, 2 de junio de 2014
El
El tenía razón, el me decía, cuando te enamoras no puedes controlarlo simplemente te enamoras de esa persona y aunque quieras ver las cosas malas para forzarte a no sentir nada por esa persona no puedes y simplemente caes en ese hermoso abismo que lleva el nombre de esa persona. No miento si digo que es la primera vez que siento eso, cuando el me decía eso yo pensaba que estaba enamorada de el pero para mi era fácil controlarme con el, saber que era un estúpido pero con el quería estar. Esta vez no es así, es simplemente que el me hace sonreir como toda una chiquilla enamorada, me hace sentirme niña, me hace sentir que puedo ser tierna de nuevo pero ser tierna de la forma más honesta, el con solo su precencia de profesor que sabe mucho, profesor que te ayuda cuando ve que hay algo que no puedes hacer... El
Mierda Isabel te estas enamorando