viernes, 5 de diciembre de 2014

Si

Entro al cuarto, al cuarto oscuro, al cuarto con doble cortina porque no quiero luz, algunos juegos necesitan mayor oscuridad. Entro y me encuentro con el desorden, el común desorden que solo con mover esto para acá y aquello para allá se soluciona. Me siento bien en ese desorden, pero al cerrar la puerta respiro, respiro profundamente porque nuevamente siento algo extraño, es feo y sin embargo me siento feliz de sentirlo, me siento feliz de sentirlo y sin embargo intento no dar riendas sueltas a ese sentir.
1 día es muy poco para extrañarlo así pero solo un día a pasado y recuerdo sus abrazos con mucha nostalgia, o como aquel primer abrazo que me dio. Yo abrazaba a cualquiera pero a él no me atrevía, se veía tan distante, tan lejano, tan imposible como sueño rosa que ya me había rendido pero bastó con hacerme la fuerte y demostrarle de alguna manera que yo estaba ahí deseado estar con él. Entendió muy bien cada mirada, cada sonrisa, cada broma estúpida que hacía, él entiende mis bromas, y entonces, muy a su manera, me lo dijo, sin ser literal él me dio la pauta para entrar a su vida y yo le respondí con la bienvenida a esta vida llena de mil y un pensamientos fugaz, pensamientos fugaz que él también capta, cacha y entiende.
Es demasiado poco para derramar una lágrima, ¿Cuan real será esa lágrima, que tan sana será?, no puedo dejar de pensar en todas esas cosas que siempre me atormentan y sin embargo ahora, que estoy bien, decidí escribirlo. No fue una angustia más.

Simple y sencillamente pensar en que no lo veré por tanto tiempo me hace pensar mucho en él, y a pesar que él, muy a su manera, me ha dicho, y no de manera literal, lo hermoso que es no idolatrar el momento. Intento no hacerlo para disfrutar de la realidad pero no se me olvida ni se me va de la mente lo hermoso que es estar con él. Chinga como nunca nadie me ha chingado pero nunca ha sido irrespetuoso, lo respetuoso que es no lo voy a olvidar porque a pesar de que yo le pedí que por un momento no lo fuera él me pidió perdón y sentía su miedo, sentía como él quería hacerlo pero quería demostrarme lo valiosa que soy.
Y si lo voy a extrañar más de lo que ya lo estoy extrañando y también, evito hablar con él para no recordarlo.

Pero al final estoy aquí sentada escribiendo sobre él y sobre como lo nuestro es lo más completo que he vivido por el momento.
Lo quiero, lo quiero más de lo que nosotros dos juntos lo podríamos imaginar.