Cap. 1
Domingo 23 de marzo.
No voy a decir tu nombre
¿Para qué mencionarlo?
En este momento no es relevante, no quisiera escribir páginas de mi diario en las que te mencione.
Así está bien, sin mencionarnos en nuestro diario vivir.
Tal vez nos volvamos a encontrar, no importa.
Cap. 2
No te escribiré poesía
No pretendo entregar mis sentimientos de golpe
Muéstrame que puedes hacer con mi vulnerabilidad
Regalarme la oportunidad de confiar en ti
Te escribo esto porque mi ello me obliga, pero mi yo y mi inconsciente entienden que será pasajero.
¿Será pasajero?
No me inventes cuentos eternos
No me vendas falsas nostalgias
No me digas lo que te gusta de mi.
No me beses tiernamente para decirme adiós
Porque lo más probable es que querré volver a besarte.
Cap. 3
Admito que me está cautivando tu caos.
De alguna manera encontré paz en tu presencia
Estaba comenzando a dejar de creer en las casualidades. Pero apareciste.
Cap. 4
Enamórate de mis ojos
De mis ojos cautivados por la vida
de mi brillo cuando sonrío
Enamórate de mi intensidad
de mis ganas de amar
Enamórate de mi.
Quiéreme en mi ternura y en mi desesperación
Deséame incluso cuando haya pasado mucho tiempo sin vernos
Levántame del suelo
Lame mis heridas
Despiértame del sueño
Y hazme dormir de nuevo
Acuéstate a mi lado y pídeme que te lea un cuento
Abrázame en la madrugada
Besame la frente
Y dime que nos volveremos a ver
Cap. 5
Tengo miedo
es que no parece real
tanta devoción
Y es que no estoy preparada para que me vuelva a doler
Cap. 6
No, no estaba de nuevo sentada en esa orilla de la cama. Tampoco estaba de nuevo en la esquina que me daba una extraña sensación de nostalgia y seguridad. Ya había estado ahí antes pero esta vez se sentía diferente.
No era la briza que rozaba mi rostro, esa ya la había sentido. Tampoco era que el calor húmedo de mayo me estaba causando algún tipo de bochorno.
Me sentía tan en paz, no sentía ansiedad y eso era nuevo, no sabía sentir sin sentir ansiedad. ¿Cómo así que quiero confiar y no solo es un anhelo profundo de un cariño abstracto, ambiguo?
¿Ambiguo?¿Esto era ambiguo?
Es que ese era el problema, es que sé lidiar con lo ambiguo, sé enamorarme de lo ambiguo pero esto ¿puedo creer en esto?
Supongo que debo comprometerme a creer...
Cap. 7
Lo que nunca vi en mi papá, lo vi en ti.
Pensamientos internos.
Era casualidad, yo sé que lo era.
Y las casualidades no vienen del destino, son eventos al azar que causan algo lo suficientemente significativo como para prestarle atención.
Así que así pasó, le presté atención a ese hecho azaroso y casual. Pero volvió a pasar.
¿Qué hago con dos eventos azarosos que terminan siendo significativos?